La elección de una almohada adecuada es tan importante como la del colchón, aunque muchas veces pase desapercibida. Una almohada no solo afecta la comodidad mientras dormimos, sino también la postura de nuestra cabeza y cuello, lo que tiene un impacto directo en nuestra salud. Usar la almohada incorrecta puede causar dolores cervicales, rigidez y, en algunos casos, empeorar problemas como el insomnio.
El primer paso para elegir una almohada adecuada es considerar tu posición de sueño. Si duermes de lado, necesitarás una almohada firme y gruesa que mantenga tu cabeza alineada con tu columna vertebral. Por otro lado, si prefieres dormir boca arriba, una almohada de grosor medio será la mejor opción para evitar que tu cuello se incline demasiado hacia adelante. Si duermes boca abajo, lo ideal es una almohada muy delgada o incluso prescindir de ella para minimizar la tensión cervical.
En cuanto a los materiales, las opciones más populares incluyen las almohadas de espuma viscoelástica, que ofrecen soporte cervical personalizado gracias a su capacidad de adaptarse a la forma de la cabeza. Las almohadas de plumas o plumón son suaves y moldeables, aunque no son ideales para personas con alergias. También existen almohadas ergonómicas especialmente diseñadas para aliviar dolores cervicales, proporcionando soporte óptimo en las áreas clave.
Un aspecto que muchas personas pasan por alto es la necesidad de renovar su almohada con regularidad. Con el tiempo, las almohadas pierden su forma y firmeza, y pueden acumular ácaros y alérgenos. Por eso, se recomienda cambiar la almohada cada 1 o 2 años, dependiendo del material y la calidad.
En nuestra tienda, contamos con una amplia variedad de almohadas diseñadas para diferentes necesidades y preferencias. Te invitamos a visitarnos para probar las opciones y encontrar la que mejor se adapte a ti. Recuerda que un buen descanso comienza con una almohada adecuada.